A los 88
minutos de juego, Antonio Valencia fue reemplazado por AndrƩs Chicaiza. La
serie de Liga ante Aucas estaba prƔcticamente definida y el cuerpo tƩcnico albo
decidiĆ³ cuidar a su mejor talento, consciente de la cercanĆa de la primera
final ante DelfĆn y de la pierna fuerte que aplicaban los jugadores de Aucas en
los Ćŗltimos minutos.
Valencia
quiso salir por la mitad de la cancha, pero sintiĆ³ en su pecho la mano del
Ć”rbitro JosĆ© Luis Espinel, que le enseĆ±Ć³ el camino mĆ”s corto: entonces desde
los cuatro costados de la cancha sobrevino la ovaciĆ³n para el exjugador del
Manchester United, tan necesitado de cariƱo y mimos, tras meses repletos de
crĆticas feroces en las redes sociales por su participaciĆ³n en el polĆ©mico caso
del piso 17 con la SelecciĆ³n ecuatoriana. Valencia, histĆ³rico jugador de 34
aƱos, se conmoviĆ³ ante los aplausos y devolviĆ³ las palmas a la aficiĆ³n.
Se tocĆ³
el pecho y avanzĆ³ hasta la banca de suplentes. La televisiĆ³n dueƱa de los
derechos lo designĆ³ como la figura de la cancha. Al final compartiĆ³ abrazos con
Jhon Espinoza y Fernando FernƔndez, rivales en la cancha.
Fuente:
El
Comercio.com